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lunes, 28 de diciembre de 2015

25 de Diciembre de 2015 - Mensaje de la Virgen María y de Santa Bernadette a través del Vidente Marcos Tadeu

Jacareí, 25 de Diciembre del 2015
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV 




FIESTA DE NAVIDAD


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

"También apareció el Niño Dios recién nacido en los brazos de la Madre."

“Mis Queridos Hijos, en esta noche, Yo vengo hasta ustedes una vez más con Mi Hijo Jesús para decirles: “El Amor nació hoy para ustedes.”

Nació Mi Hijo Jesucristo que es el Amor. Nació para salvarles a todos del pecado y de Satanás, para librarles y para darles una nueva vida en Su Amor, en Su Nombre, en Su Gracia, en Su Amistad.

El Amor nació hoy para ustedes en este día, para traerles finalmente la liberación de la esclavitud del pecado, para abrirles de nuevo las Puertas del Cielo que habían sido cerradas por el pecado de Nuestros Primeros Padres.

Nació para darles una nueva vida en Su Nombre, en Su Amor. Nació para ser Su Maestro, Su Luz, para ser Su Salvación y Su Paz, todos los días de sus vidas.

El Amor nació para ustedes hoy en este día, para darles esperanza de que Satanás y el pecado, jamás tendrán la victoria final sobre todas las cosas. Jamás tendrán la última palabra. Jamás tendrán la victoria sobre Dios, sobre Mi Hijo y sobre Mi Corazón Inmaculado. Pero en el final, solamente Dios, solamente Yo, saldré vencedora de la gran guerra que estoy trabando contra el demonio y sus secuaces.

Y por eso Mis Hijos, en el Nacimiento de Mi Hijo Jesús, sucedido hoy, todos ustedes pueden tener una firme señal de esperanza que llene su corazón de alegría, de amor, de paz, de felicidad y de la confianza segura, de que en el final, Dios triunfará, Mi Corazón Inmaculado triunfará y aquello que el Ángel Gabriel Me dijo en la Anunciación: “Tu Hijo será llamado “Hijo de Dios” y reinará para siempre en la casa de Su Padre David y Su Reino no tendrá fin.” Ésta promesa de Dios se cumplirá.

Jesús reinará sobre todo el mundo, sobre todos los pueblos y naciones, y traerá para ustedes el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra que muy pronto llegarán, adonde ustedes serán felices para siempre. Y donde nunca más, ningún dolor, ningún sufrimiento, ninguna persecución, ninguna injusticia, ninguna maldad, jamás podrán tocarles, ni hacerles sufrir nuevamente.

El Amor nació para ustedes en este día, para darles también la seguridad de que Mi Hijo se hizo hombre, se encarnó, vivió aquí en la tierra para ser, no apenas Su Maestro, Su Salvador y Su Redentor, pero también para ser Su Amigo, Su Compañero Inseparable de sus vidas y para estar con ustedes en todos los momentos difíciles de la existencia de ustedes.

Confíen en Él, depositen sus vidas, sus corazones, sus problemas con todo más en las manos de Mi Hijo y en Mis manos. Y ustedes verán Mis Hijos, cómo Nosotros verdaderamente, les mostraremos que estamos cerquita de ustedes, que estamos junto con ustedes todos los días de sus vidas y que Nosotros siempre tomamos y siempre tomaremos cuenta de ustedes.

Entonces, sus corazones se llenarán de alegría, se llenarán de felicidad, se llenarán de amor, se llenarán de una dulce confianza que tornará sus días sobre la tierra, incluso aquellos que fueron marcados por más sufrimientos, se tornarán dulces, suaves y leves. Porque ustedes sentirán Mi Amor y el Amor de Mi Hijo Jesús por ustedes.

Entonces, sus vidas será toda iluminada por la suave, dulce, profunda y poderosa seguridad de Nuestro Amor continuo y de Nuestra Presencia fiel junto de ustedes en todos los momentos de sus vidas.

El Amor nació para ustedes en el día de hoy, para inflamar sus corazones con Su Llama de Amor. Jesús quiere inflamar sus corazones con Su Llama de Amor, Yo quiero inflamar sus corazones con ésa Llama de Amor de Jesús que también es Mía, transformándoles en Grandes Santos, en almas ardientes de Amor, que finalmente darán a Jesús el Perfecto Amor, el Perfecto Retorno, Correspondencia y Gratitud que Él tanto espera de todos los hombres y no recibe.

Entonces, finalmente, ustedes serán almas, moradas dignas de Mi Hijo Jesús. Él vendrá, nacerá en sus corazones, o sea, entrará en sus corazones, se quedará con ustedes, hará morada con ustedes y con ustedes permanecerá actuando y realizando Obras de Gracias maravillosas y estupendas, desde que ustedes no coloquen obstáculos, ni resistencia a Su Llama de Amor.

Por eso Hijitos, en este Día Santo del Nacimiento de Mi Hijo, abran de par en par las puertas de sus corazones a Mi Hijo, que quiere nacer en sus corazones e inflamar, llenar sus corazones de Amor, de Luz, de Gracia Divina.

Prepárense también para Su Segunda Navidad que ya está muy cerca de ustedes. Muy pronto, Mi Hijo Jesús volverá a ustedes en la Gloria y buscará en ustedes los frutos de los Talentos, de las Gracias, de los Dones, de todo lo que Él les dio. Y ¡Ay! de aquellas almas que fueron como la higuera estéril que no quiso dar frutos para Él, será maldita, secará, morirá y será arrojada en el fuego, o sea, el alma que no dé los frutos de Santidad que Mi Hijo desea, no entrará en el Cielo y será arrojada en el lago de fuego que jamás se apagará.

Por eso Hijitos, prepárense para el regreso de Mi Hijo Jesús, viviendo cada día en Santidad y dando muchos frutos de Santidad para Él.

Continúen con todas las Oraciones que Yo les di aquí, por medio de ellas, hago siempre más a Mi Hijo Jesús nacer en todos sus corazones en una continua y perenne Navidad, que se repite todo el día y a todo momento, transformando cada vez más los corazones de Mis Hijos en aquello que Yo misma fui: dignas moradas y dignas cunas para que Mi Hijo Jesús se recline en ellos, descanse, viva, reine y gobierne.

A todos bendigo con amor: de BELÉN… de NAZARET… y de JACAREÍ.”   




MENSAJE DE SANTA BERNADETTE SOUBIROUS



“Mis Amados Hermanos, Yo, Bernadette Soubirous, Bernadette de Lourdes, Sierva de la Inmaculada Concepción, de la Madre de Dios, Me alegro por venir hoy una vez más a su encuentro para decirles: “Amen al Amor y déjense amar por el Amor.”

El Amor es Jesús, amen este Amor y déjense amar por este Amor todos los días de sus vidas, viviendo siempre más en Oración, en la Obediencia a los Mensajes de Nuestra Reina, buscando siempre más corresponder a la Voluntad de Jesús de todo su corazón, de toda su alma y con toda su voluntad.

Déjense verdaderamente amar por el Amor y amar al Amor, buscando siempre más renunciar a su voluntad, a sus opiniones, a su querer, para hacer la Voluntad del Señor siempre, de manera que Él viva, que Él crezca cada vez más en sus corazones hasta llevarles a la plenitud de la edad de la Gracia de Dios.

Déjense amar por el Amor y también amen al Amor, renunciando de una vez por todas a su querer, a su voluntad, poniendo de lado todo aquello que les aleja de Jesús, que les separa de Él y de Su Madre, para que verdaderamente sus corazones crezcan como Rosas Místicas de Oración, de Sacrificio, de Amor y de Reparación, para darle alegría y felicidad.

Amen al Amor y déjense amar por el Amor, buscando todos los días siempre más, hacer la Llama de Amor de la Madre de Dios y de Jesús, crecer en sus corazones, haciendo el ejercicio de renunciar siempre más a su voluntad, a su querer, donándose siempre más en la Oración y en el Servicio a Ellos, e incluso cuando su cuerpo ya esté cansado, aun así buscando ir siempre adelante, sirviendo a la Madre de Dios sin nunca cansarse, sin nunca desfallecer, sin nunca decaer.

Yo hice este ejercicio durante toda Mi vida, renunciando a Mi voluntad, renunciando a Mi querer, e incluso cuando ya había rezado mucho, hecho mucho por la Madre de Dios, siempre buscaba hacer más por Ella, renunciando a la voluntad de Mi carne, que a veces quería descanso, alivio en el dolor, en la enfermedad, pero siempre busqué hacer más la Voluntad del Espíritu, de la Llama de Amor de la Madre de Dios, que dentro de Mí Me impulsaba, Me movía a donarme más, a sacrificarme más y cada vez más, amar a la Madre de Dios con todo Mi corazón.

Hagan eso también y ustedes serán Grandes Santos como Yo, llegarán a las Altísima Moradas del Cielo, donde Yo llegué y verdaderamente serán aquellas almas que “más amaron” a la Madre de Dios en este mundo.

Amen al Amor que es Jesús, que es también Su Madre y déjense amar por Ellos, nunca colocando barreras a la Llama de Amor de Ellos en sus corazones y en sus vidas.

Dejen ésta Llama de Amor actuar en sus corazones y en sus vidas libremente, colaboren con ésta Llama de Amor, hagan todo lo que ella inspire a sus corazones y hagan todo lo que ella les mueve hacer por la Madre de Dios y por el Señor.

De manera que verdaderamente así, dejándose guiar, mover por ésta Llama de Amor, ustedes en poco tiempo alcanzarán una gran Santidad y darán a Dios toda la satisfacción, todo el retorno, toda la gratitud, todo el amor, todo el cariño que Él siempre esperó de Sus Hijos y nunca tuvo.   

Y también darán a la Madre de Dios todo el cariño, todo el amor, toda la gratitud, toda la obediencia, toda la fidelidad que Ella siempre esperó de Sus Hijos y nunca recibió de Sus Hijos, Ella nunca encontró un amor así.

Entonces, ustedes serán verdaderamente Ángeles de Amor por Ella y al Señor ya aquí en la tierra, y un día en el Paraíso, serán Mis compañeros habitando en aquellas Moradas Celestes que los Ángeles que cayeron dejaron vacíos.

Yo, Bernadette, les amo a todos, les cuido a todos, nunca les abandono, siempre estoy a su lado en todos los sufrimientos, en todos los dolores y en todas sus aflicciones.

Cuando necesiten de alguna cosa, vengan a Mí, pídanme, recen Mi Coronilla compuesta por Mi Amadísimo Marcos y que siempre fue tan bien acepto y agradable por la Santísima Trinidad, por la Madre de Dios y también por Mí. Y Yo les prometo que les concederé Gracias de Amor sin fin, y sobretodo, les daré la mayor de todas: “Mi Llama de Amor por María Santísima.”

Entonces, ustedes la amarán, la servirán y la obedecerán como Yo, obedecerán como Yo la obedecí y la amé.

Y entonces, verdaderamente, la Inmaculada Concepción no solo quedará contenta y se agradará de ustedes, pero habitará en sus corazones, vivirá en sus almas, para operar en ella Sus Grandes Obras de Santidad, como Ella operó en Mí, que les llevarán en poco tiempo a la Gran y Suma Perfección de la Vida Espiritual, de la Perfecta Caridad para con Dios, también de Amor en Pura Transformación.

A todos Yo bendigo ahora generosamente y especialmente a ti, Mi Amadísimo Marcos, el más ardiente y fervoroso de Mis Devotos, que hace tantos años Me amas, Me torna más conocida, más amada y también imitada por tantas almas que también aprendieron a amar, a obedecer a la Madre de Dios.

Bendigo también este lugar santo, que Me es tan querido cuanto el Santuario de Lourdes. Y bendigo a todos ustedes con la Madre de Dios, dándoles Nuestra Bendición Especial de este día de Navidad con el Niño Jesús: de LOURDES… de LA SALETTE… y de JACAREÍ.”

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