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MENSAJE DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
(Marcos): "Sí, sí, sí, Mi Amada Santa Lucía, yo lo hare. Sí…"
(Santa Lucía): "Amados Hermanos Míos, Yo, Lucía, les amo mucho y vengo hoy nuevamente a
darles Mi Mensaje y Mi Bendición.
Vengo para rogarles a que sean los Ciclamos de Amor de la Madre de
Dios. Ella misma aquí ya les invitó a que sean los Ciclamos de Ella y hoy Yo,
nuevamente en calidad de Protectora de ustedes, de Hermana de ustedes, de
Maestra de ustedes en el camino de las Virtudes, a invitarles nuevamente a que
sean Ciclamos de Amor Perfecto de la Madre de Dios.
Sean los Ciclamos Perfectos de Amor a la Madre de Dios, dándole a Ella el
Sí de ustedes, dándole a Ella el corazón de ustedes, renunciando a ustedes
mismos y buscando crecer cada día más en las Virtudes. Hay muchos que en la
Oración rezan, pero después en la práctica, cuando sus virtudes son probadas
fracasan.
No saben tener la Virtud de la Paciencia en los sufrimientos, no
saben aceptar una reprenda con mansedumbre y obediencia. No saben siquiera
reconocer sus errores con Humildad. También, son muchas veces devorados por
dentro de envidias secretas por su prójimo, hasta incluso envidia de los Dones
Espirituales que el prójimo posee, otros son devorados internamente por una
soberbia y orgullo tales que les impiden de producir cualquier acto
verdaderamente meritorio para el Cielo, otros infelizmente son dominados por la
avaricia, por la pereza, por la lujuria, por la gula y por todos los demás
pecados que duermen allí en paz dentro de aquella alma, porque el alma hizo las
paces con sus defectos.
Si quieren ser Ciclamos Perfectos de Amor por la Madre de Dios, tienen que
hacer la violencia contra ustedes mismos, esforzándose por vencer sus defectos
y arrancarlos todos dentro de ustedes o de lo contrario en el Día del Aviso
sufrirán mucho y en el Día del Castigo será mucho peor para aquellos que
vivieron en paz con sus defectos, sin emprender un trabajo serio de conversión
y de transformación de su interior. Para ser los Ciclamos Perfectos de Amor a
la Madre de Dios, tienen que, todos los días levantarse con decisión de luchar
contra ustedes mismos, sus defectos y malas inclinaciones, para que entonces,
verdaderamente puedan crecer como flores, como ciclamos perfumados de Virtudes
para que la Madre de Dios sea atraída para sus almas, se encante con ellas y
desee habitar en ellas.
Sean los Ciclamos Perfectos de Amor por la Madre de Dios, buscando todos
los días una vida de total intimidad con Ella y con Dios en la Oración, en la
Penitencia, en el Sacrificio, dejándose verdaderamente conducirse por Ella y
por Mí, para que sean formados en la Perfecta Santidad y así, el alma de
ustedes crezca cada día más en el Perfecto Amor por el Señor y a Ella hasta
alcanzar la plenitud.
Yo, Lucía, estoy con ustedes en todos los momentos de sus vidas y quiero
ayudarles a que sean estos Ciclamos Perfectos de Amor por el Señor y por la
Madre de Dios. Yo misma me convertí en un Ciclamen de Amor, porque combatí
todos los días Mi naturaleza, renunciando a todo lo que me separaba del Amor de
Jesús y de Mi Madre Santísima. Todo lo que me hacía mirar menos para Ellos,
todo lo que ocupaba en Mi corazón el lugar de Ellos y porque combatí el buen
combate, luche contra Mi naturaleza, renuncié a todo lo que Me esclavizaba
convirtiéndome en un Ciclamen de Amor viviendo en la libertad feliz de Jesús y de
María Santísima, no teniendo otro deseo sino de ser todo de Ellos. Vengan a Mí y les transformare también en
Ciclamos Perfectos de Amor y entonces, los Corazones de Jesús y María y también
el de San José, sentirán el perfume de las Virtudes de ustedes y desearán
habitar en el jardín de sus corazones.
Prepárense porque el tiempo de la conversión se termina, ahora los días
están corriendo aún más rápido, verán suceder cosas que hará con que toda la
tierra conozca la hora de su Gran Castigo, la hora de la punición de todos sus
pecados y crímenes y pronto el Señor vendrá para lanzar en el fuego a todos aquellos
que se hicieron de los sordos en Sus Mensajes y en los Mensajes de Su Madre, a
todos aquellos que se avergonzaron de Sus Mensajes, aquellos que colocaron Sus
Mensajes en último lugar, tratándolas como un traste cualquiera, los lanzará en
el Fuego Eterno de donde nunca más saldrán. Todos aquellos que no estuvieron en
la Gracia de Dios serán lanzados eternamente en el Fuego de donde nunca más
saldrán.
Y los Justos, aquellos que consolaron los Corazones de Jesús y María,
obedeciendo Sus Mensajes, aquellos que verdaderamente vivieron una vida de Amor
Verdadero para con Ellos, serán elevados en los aires por los Ángeles para
recibir de Ellos el premio, la Corona de la Victoria.
A todos en este momento bendigo con Amor y bendigo
especialmente a Mi Queridísimo Amigo Marcos, el más ardiente de Mis Devotos y
que tanto se ha esforzado por propagar Mi Devoción, Mis Mensajes, Mi Amor y a
todos cuanto no Me conocen y a todos ustedes que siguiendo el ejemplo de él, ya
Me aman sinceramente, sobre ustedes derramo ahora Mi Amor, Mi Paz y Mi
Bendición"
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