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Teresa Neumann (Alemania 1926 - 1962)

LAS REVELACIONES
A Teresa Neumann

Alemania (1926 -1962)


También en Jacareí, Nuestra Madre Santísima también confirmó como verdaderas las experiencias místicas que tenía Su sierva Teresa Neumann.

Esta mujer tuvo los estigmas de Jesús, vivió sólo de la Eucaristía por más de 30 años, tuvo Apariciones de Jesús, María Santísima y de algunos Santos; recibió además algunas profecías y revelaciones. También tuvo algunas luchas contra los nazis de las cuales salió siempre ileza. Ciertamente era el mismo Satanás que quería aniquilarla y dejarla en el olvido. Sin embargo Teresa Neumann nunca fue desamparada por la ayuda divina. Todo esto lo describiremos a lo largo de esta redacción.

En Jacareí, como sucede con otros videntes y místicos verdaderos; ocurren dificultades y problemas presentados por el maligno que quiere interferir en la Obra de Salvación de la Madre de Dios a través de Sus Apariciones y Mensajes. En varias ocasiones el maligno intentó matar de forma directa al vidente Marcos tratando de ahogarlo en un lago natural del Santuario, otras veces enviando a personas enemigas de las Apariciones para matarlo y otras veces hasta luchando visiblemente o invisiblemente contra el instrumento de la Madre de Dios.

Veamos lo que Nuestra Madre del Cielo le respondió el 21/03/2001 al vidente Marcos  en una determinada ocasión, donde mencionó a una de estas almas víctimas, Teresa Neumann y del porqué es necesario que hayan almas expiatorias como ellas que incluso tuvieron que tener luchas contra el mismo demonio:

(Relato de Marcos): Cuando Nuestra Señora llegó, después de los saludos inciales, le dije: ‘Amada Señora, gracias a Dios estás aquí Señora, nosotros estamos con problemas’ (Se trataba de los atentados del demonio que en esos días el vidente Marcos había tenido).

(María Santísima): “Tú estas soportandoo severos y pesados sufrimientos para ayudar en el redención de… (no puedo revelar) y de otras personas, y para expiar los pecados que ellos cometieron contra Dios. Siempre fue necesario que hubiesen ‘almas víctimas’, que sufriesen y expiasen los pecados y crímenes de los pecadores, y si así no fuese, todos habrían sido exterminados y el mundo ya habría conocido el Fuego de la Furia de la Justicia y de la Cólera de Dios. Así sucedió con Marthe Robin, Berta Petit, Teresa Neumann, Teresa Musco, Padre Pío, y ahora contigo.
Marcos, se valiente y no desanimes. Yo estaré a tu lado para defender tu vida de las furias de Mi enemigo, pero tendré que dejar que tú sufras, porque sino, muchas almas se perderán.”

(Marcos): ¿Usted Señora va a defenderme de él?

(María Santísima): “Sí, Mi Corazón Inmaculado será tu ‘escudo y refugio’ contra las trampas del demonio. Se valiente y prapárate, porque él  está obstinado con la idea de matarte. Él volverá más veces, por eso, tú tendrás que tener paciencia, coraje y fe.”

LA HISTORIA DE TERESA NEUMANN


En la pequeña localidad bávara de Konnersreuth, en Alemania, junto a la frontera de la antigua Checoslovaquia, vivió Teresa Neumann, una mujer de condición social humilde y de escasa cultura.

Hija de sencillos campesinos, Teresa nació una noche de Viernes Santo, el 08 de Abril de 1898. Creció sana y fuerte, como una campesina de su tiempo, y pudo ocuparse de los trabajos de la casa cuando los hombres marcharon al frente durante la Gran Guerra.

Era muy religiosa, ferviente creyente en Cristo, y presentaba un comportamiento sumiso casi masoquista. El pueblo donde ella vivía era muy temiente a Dios, allí vivían personas muy piadosas muy difícil de igualar, la población cesaba en su actividad tres veces al día, cuando las campanas de la Iglesia tocaban. Todo se detenía. La sala de baile que existía en la localidad, cerraría en 1928 y los carnavales no se celebraban. Las misas de los días entre semana rebosaban de fieles y apenas se distinguían de las misas de los Domingos.

La joven Teresa trabaja como sirvienta en una granja. En la mañana del 10 de Marzo de 1918,  al ayudar acarreando cubos de agua para intentar apagar el incendio de otra granja, se mojó y se desvaneció. Fue presa de una extraña enfermedad que empezó por un dolor en la región lumbar, derivó en una luxación de columna y acabó paralizándola sin poder caminar.


LA MISTERIOSA ENFERMEDAD


Teresa fue ingresada en la residencia hospitalaria de Waldsassen. El origen de su insólita enfermedad nunca fue hallado.

Según el Dr. Ewald Wunderle, su causa era producto de una crisis nerviosa derivada de las penurias familiares sufridas tras finalizar la I Guerra Mundial, y que estuvo psíquicamente latente durante cuatro años (desde los 16 hasta los 20 años). Teresa sufriría, pues, según esta opinión, las consecuencias de la pobreza de una familia de once hermanos, en la que ella era la mayor. Su proceso represivo se manifestó somáticamente a través de un cuadro histérico en el indicente del fuego, que produjo el colapso psicomotriz en su cuerpo. Posteriormente, como consecuencia del mismo colapso psiconervioso, Teresa se quedó ciega y sorda. Al no poder tratarla, fue enviada a casa.

Cuando Teresa era tratada por el Dr. Seidl con pomadas, unguentos  u otras medicinas, su cuerpo respondía mal y sus dolencias se agravaban todavía más.

Teresa pertenecía a la tercera orden franciscana, y por orden de su confesor, el Revendo P. Naver, Párroco de la localidad, suprimieron el tratamiento médico. Progresivamente, la enfermedad fue derivando hacia una neurosis de conversión religiosa en la que se transfería las culpabilidades de Jesús y sus sufrimientos.

SU DEVOCIÓN A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS


Teresa Neumann era muy devota de Santa Teresita del Niño Jesús (Sta. Teresa de Lisieux).
Se alimentaba cotidianamente con un poco de agua y algunos fragmentos de una hostia consagrada que le traía el Párroco. Un día, entre sueños, le pareció ver que alguien tocaba su almohada. Abrió los ojos y de inmediato se dio cuenta de que había recuperado la vista, aunque seguía paralizada. Habían pasado cinco años y era el día 29 de Abril de 1923, fecha de la beatificación de Santa Teresita de Lisieux por el Papa Pío XI.

Cuando poco tiempo más tarde estuvo a punto de perder un pie, rogó su curación a ver el dolor de su madre por ella y se hizo poner un pétalo de rosa que había estado en contacto con las reliquias de Santa Teresita; su pie sanó de inmediato.
Cinco días más tarde, el 04 de Mayo, Teresa recupera su visión.
El 17 de Mayo de 1925, siete años después, y durante una visión mística, tras ser llamada por una voz y una luz, plena de amor, Teresa Neumann se curó de la dolencia vertebral. Ese día era el de la canonización de Santa Teresita de Lisieux. Poco a poco (en otras visiones místicas sufridas el 30 de Septiembre y el 13 de Noviembre de 1925) sus extraños males fueron desapareciendo de la misma forma misteriosa en que habían desaparecido.

En el día 30 de Septiembre, cuando tuvo la visión de Santa Teresita, ella vuelve a caminar. El 07 de Noviembre tuvo un ataque de apendicitis sin embargo, Santa Teresita nuevamente le aparece y desaparece el dolor por completo.

LAS VISIONES MÍSTICAS


El 13 de Febrero de 1926, Teresa Neumann padeció la gran visión de Jesús, mientras sufría arrodillado en el Huerto de los Olivos y más tarde, cuando fue crucificado. El Viernes Santo de 1926, bajo estado de éxtasis, revivió intensamente la Pasiónde Cristo, hasta el extremo de que en su cuerpo aparecieron los estigmas de la crucifixión. Durante el estado de éxtasis, Teresa pronunciaba algunas palabras en arameo (lengua que desconocía), que correspondían a las mismas palabras que Nuestro Señor Jesucristo pronunció en la Cruz.

Las llagas y heridas surgieron en su cuerpo en los mismos lugares que las tuvo Jesucristo. Las heridas provocaban hemorragias abundantes que al cesar se cubrían por costras delgadas, para volverse a activar intensamente durante las sucesivas Semanas Santas.

LOS ESTIGMAS DE CRISTO


Los estigmas eran heridas y llagas aunténticas distribuidos por las manos, los pies, el costado izquierdo y en la frente. Todos ellos correspondían con las heridas que mediante clavos, lanzas y corona de espinas le hicieron a Jesús. Las copiosas hemorragias continuaron durante más de tres décadas consecutivas cada Viernes Santo. Las pérdidas de sangre abarcaban toda la semana de la Pasión, desde el Viernes hasta el Domingo, momento en que misteriosamente cesaban y Teresa volvía a recuperar cierta normalidad y vigor.

Durante estas extraordinarias hemorrogias, Teresa llegaba a derramar medio litro de sangre en cada ocasión, y perdía hasta cuatro kilos de peso. A partir de Julio de 1927 incluso producía lágrimas de sangre y sudaba gotas de sangre. El resultado de las hemorragias, unido a que prácticamente no tomaba alimentos sólidos, provocaba situaciones de anemias graves, que le impedían levantarse de la cama, así como una extrema falta de vitalidad. En condiciones normales, tenía que haber muerto, aunque milagrosamente Teresa Neumann no moría.

Esta situación fue considerada milagrosa por el Obispo del lugar, quien estaba asombrado ante las prodigiosas heridas que rememoraban las mismas de la crucifixión de Jesús. La situación de paranormalidad biológica en que se encontraba Teresa estuvo constantemente vigilada por el Dr. Weisl. Se formó una comisión de estudio de los fenómenos que detectó que la producción de los estigmas se debía a heridas de viejos clavos invisibles, de configuración planiforme y cuadrangular. De forma incrédula ante lo que venían los científicos y estudiosos, se atrevieron a decir que los clavos sólo existían nivel psicógeno en su mente, parodiando psíquicamente los clavos que causaban las heridas de Jesús. Decían que los inexistentes clavos inferían en el organismo de la vidente, convirtiendo  lo imposible en realidad. En palabras más simples ellos decían de Teresa provocaba todo eso con su propia mente.

OTROS DONES EXTRAORDINARIOS


Sin embargo, Teresa Neumann también manifestaba un conocimiento sobrenatural acerca de distintas cuestiones. Distinguía sin dudarlo una hostia consagrada de otra que no lo estaba, y cuando en alguna ocasión se le presentó un falso sacerdote sin serlo – e incluso vestido de Obispo – le afeó durante su conducta.

Durante treinta y cinco años estuvo privada de tomar alimento alguno. Una comisión eclesial, ordenada por el Obispo de Ratisbona y formada por médicos y religiosas, la vigiló durante quince días sin dejarla nunca sola, en el verano de 1927. El control de peso arrojaba 55 kilos al comienzo de la prueba, y exactamente el mismo peso al finalizar esta. Las enfermeras y los médicos que la habían vigilado durante esas dos semanas juraron que no había comido ni bebido nada en absoluto.

Teresa comulgaba en ocasiones estando en soledad. Hay abundantes testigos de comuniones sin que nadie se acercara a Teresa; a veces, la hostia se materializaba en su boca, y en alguna ocasión fue el propio Señor Jesucristo quien le dio de comulgar como ha sucedido con otros videntes (Julia Kim de Naju, Miguel Poblete de Peñablanca, Conchita González de Garabandal, Marcos Tadeo de Jacareí y otros tantos).

Tuvo visiones de difuntos de su propia familia, como su madre y un hermano pequeño que vinieron a recoger a su hermana muerta y posteriormente a su padre.

Con frecuencia se le aparecían almas del Purgatorio a pedir ayuda y después venían a agradecerle cuando iban al Cielo. Ella las llamaba “gatitos mendicantes”. El padre Naab escribe en su Diario: “El 02 de Noviembre de 1928 Teresa visitó dos veces, por la mañana y por la tarde, el purgatorio. Contempló allí a las almas como figuras luminosas que todavía no estaban totalmente purificadas. Vio a muchos conocidos, algunos de los cuales se le acercaban para pedirle ayuda”.
También Teresa tuvo la gracia de poder ver y vivir episodios de la historia sagrada con frecuencia.

Hay igualmente testimonios de bilocación de Teresa. El Padre Naab fue testigo de algunas de ellas, con no poca sorpresa por su parte. También un hermano. En Diciembre de 1930 se produce el siguiente suceso que el Padre Naab describió así: “La semana pasada estuve en Berlín por un asunto urgente. Por dos veces ha seguido Teresa mi misa en Berlín. De ello me ha hablado inmediatamente después de mi regreso… Ha hablado atinadamente de las dimensiones de la iglesia y especialmente de su altar. Me ha dicho cómo yo, de primeras, no podía abrir el sagrario y que el acólito tuvo que darme algunas instrucciones. Y que la segunda vez me había ayudado a dar misa un señor párroco”.

La misma situación ocurrió al año siguiente. Narra el Padre Naab en su Diario el 8 de Mayo de 1931: “Alguien, a quien no conocía en absoluto, me contó ayer que el sábado pasado había pensado en quitarse la vida por dificultades morales y económicas que le eran insoportables. Entonces se le había aparecido de repente Teresa y le había amonestado con lo que evitó el suicidio. Ella contó que el sábado había sufrido mucho y que su ángel había tomado su figura y había amonestado a aquel hombre”.

Teresa asistió al Congreso Eucarístico de Munich, poco antes de morir, en 1960 y antes lo había hecho en 1938 al de Budapest – donde había estado un hermano – a la puerta del Año Santo en Roma, a la proclamación del Dogma de la Asunción de María, el 01 de Noviembre de 1950 y a distintas solemnidades en Santuarios Marianos Diversos. Todo ello mientras permanecía en Konnersreuth.


Levitó al menos en dos ocasiones de modo público y en una de ellas lo hizo delante de un grupo de sacerdotes y a unos 20cm del suelo.

EL EXCEPCIONAL CARISMA DE LENGUAS DE TERESA NEUMANN


Hay diferentes dones que se engloban en el “carisma de lenguas”, que se deben distinguir.
Uno es el que tuvo la mística Teresa Neumann, que podía hablar y comprender lenguas que no conocía.
Otro es orar en lenguas, que parece el más extendido. Y aún otro es pronunciar y comprender profecías dichas en lenguas. Teresa Neumann podía repetir frases enteras que escuchaba en sus estados de éxtasis.

En arameo, griego, latín, y decenas de dialectos, que hablaban los santos con quienes se comunicaba. Pero por otro lado, está el extraordinario don de entendimiento lenguas extranjeras, sobre todo antiguas lenguas bíblicas se ha dado a numerosos santos, especialmente los místicos.
Durante los éxtasis de la Pasión, en la que Teresa no sólo veía, sino participaba físicamente de una manera mística. Oyó las cuatro lenguas que eran de uso común durante la época de Cristo: latín, hebreo, griego y arameo; el arameo se hablaba en un dialecto mezcla con palabras griegas.
Teresa las reconocía y las repetía después de regresar a la vida normal.
El hecho de que esta chica humilde de pueblo pudiera dominar estos idiomas es un milagro en sí mismo. Teresa tuvo una educación hasta séptimo grado y no hablaba ni entendía ningún otro idioma sino el alemán, y con sus amigos personales hablaba en el dialecto del Alto Palatinado, la región particular de Bavaria en el que se encuentra Konnersreuth.

Muchos eminentes estudiosos de lenguas orientales y del Antiguo Testamento visitaron a Teresa con el fin de comprobar la autenticidad de los conocimientos de Teresa de idiomas.
Sin embargo, era realmente difícil encontrar especialistas que estuvieran capacitados para entrevistar a Teresa.

No es una exageración decir que en muchos casos ella sabía más acerca de estas lenguas antiguas y muchos otros detalles que los investigadores.
El Dr. C. Wessely, orientalista de Viena y experto en papiros, habló de ello en una reunión de la Leogesellschaft en la capital austriaca.

Contó que el Dr. Gerlich, Dra. Wutz, y el Dr. Johannes Bauer, profesor de Filología Semítica de la Universidad de Halle, habían observado y estudiado, cada uno independientemente de los otros, todo el material arameo proporcionado por la estigmatizada.
Estos eruditos bien conocidos llegaron a la conclusión, y afirmaron categóricamente, que el conocimiento de Teresa de idiomas era absolutamente correcto, y que era imposible que el conocimiento se explicara por cualquier falsedad o el poder de la sugestión.

Muchos otros profesores universitarios que la habían estudiado llegaron a la misma conclusión.
El Dr. Prof. Wessely declaró:
“El conocimiento de Teresa Neumann de la propia lengua de Cristo es un milagro en sí mismo y me sorprende su conocimiento del arameo, en particular”.

Teresa pronunciaba perfectamente ciertas palabras en relación con la Pasión:
Judas saludó al Maestro con estas palabras: “Schlama Rabbuni.” (Saludos, Maestro).
Los demás apóstoles se dieron cuenta del hecho de que Judas traicionaría al Maestro y gritaron de emoción: “Magera beisebua cannaba-Magera beisebua”, (una espada, derribe a este hombre del diablo, a ese ladrón).
Los verdugos preguntaban por “Jeschua Nasarija” (Jesús de Nazaret), y Jesús respondió “Ana” (Yo).
Luego se volvió hacia sus apóstoles y dijo “Komu” (arriba). La gente gritó, “¿Ma hada?”, (¿Cuál es el significado de esto?)
Luego, más tarde, Nuestro Señor dijo: “Amén, Amén Amarna lachbam atte emmib pardessa” (En verdad, en verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso).
Cuando Nuestro Señor dijo: “Todo está cumplido”, oyó Teresa en arameo, “Schlem Kalohi”. Cuando dijo estas palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, Teresa escuchó “Abba ser ada afkid ruchi”. Y hay mucho más.

La teoría de que Teresa era capaz de leer la mente de los diversos estudiosos del lenguaje oriental fue refutada. El hecho es que ella dijo las frases en arameo correctamente a un grado tal que, en el momento de su presentación a los expertos, no las conocían y sin embargo ella tenía toda la razón.

En otras palabras, Teresa no pudo haber leído algo de la mente de los sabios, que no existía en sus mentes. En sus visiones de los santos, también, Teresa fue capaz de entender muchos idiomas diferentes.
Los santos hablaban en su lengua materna, y sin embargo, Teresa fue capaz de entender perfectamente. Nunca hubo ninguna barrera del idioma con ella.
Ella siempre entiende y repite lo que se dijo, con independencia de que los santos fueran europeos, asiáticos, africanos o lo que sea.

De hecho, Teresa tenía cientos de visiones de los santos durante el año. El 10 de agosto, en la festividad de San Lorenzo, San Lorenzo le habló en latín. En la fiesta de San Juan Evangelista, oyó a San Juan hablar en griego. Cuando Santa Teresa del Niño Jesús se le apareció, habló en un dialecto francés que se utiliza en los Pirineos. San Francisco de Sales también le hablaba en francés. Mientras que San Antonio de Padua (nacido en Lisboa) le habló en portugués. San Francisco de Asís le hablaba en italiano, y Santa Teresa de Ávila le hablaba en español.

En el caso de los santos alemanes, Teresa ordinariamente lo entiende todo, pero el hecho es que ella hablaba con acento alemán, que normalmente no hablaba, y lo repitió a la perfección.
A medida que pasaron los años, el Salvador añadió un aspecto muy especial a este regalo al permitir Teresa escuchar a los santos hablándole a ella en su dialecto alemán.

Esto también ocurrió una vez el Domingo de Pentecostés de 1928, cuando fue bilocada a Roma y oyó a San Pedro dar un sermón en perfecto alemán.


Después de una de estas visiones Teresa se recordó que la Sagrada Escritura nos dice que todos los presentes en el primer Pentecostés, escuchando el sermón de San Pedro, lo escucharon en sus propias lenguas nativas.

Y, hablando de la aparición de la Virgen a Bernadette en Lourdes, que Teresa vio en una de sus visiones, las palabras de la Santísima Virgen a Santa Bernardita no son escuchadas en latín, ni en francés literario o español, sino en el dialecto de los Pirineos, donde las apariciones de Lourdes se llevaron a cabo.
Nuestra Señora dijo: “Je suis la Conceptiune Immaculada” (“Yo soy la Inmaculada Concepción”).
El director espiritual de Teresa, el padre Naab, fue incapaz de explicar esto, pero mientras leía un libro sobre Lourdes se enteró de que las palabras estaban en una forma de expresión común en el sur de Francia. El libro daba la frase exactamente como Teresa la había oído.

LA PERSECUSIÓN DE HITLER Y LOS NAZIS – ENVIADOS DE SATANÁS


En el tiempo en que el partido Nazi comenzaba a imponerse en Alemania para subir al poder, tenía varios opositores, como el Pueblo de Konnersreuth y dos grandes personas de la época que eran discípulos de Teresa Neumann y recibían consejos espirituales de ella. Por eso el Partido Nazista de Hitler la persiguió y trató de aniquilar por ser una piedra de tropiezo para ellos. Era el mismo Satanás que comenzaría a mover todo en contra de Teresa.

Konnersreuth, era un pueblo mayoritariamente católico que votó masivamente contra Hitler en las elecciones de 1932. Los votos fueron así: para Hitler 14; 22 para los comunistas y 734 para la lista Nº 9 del partido popular bávaro.

Teresa tenía una gran fortaleza moral. Nunca se doblegó ante la mentira ni ante el acoso de los nazis. Tanto ella como el padre Naab declararon que nunca habían pronunciado el saludo Heil Hitler.
Ambos lucharon contras las ideas anticristianas del nacional-socialismo de los nazis. El padre Naab habló contra su doctrina en los sermones dominicales y publicó en la puerta de la iglesia una carta amenazadora que los nazis dirigieron al periodista Fritz Gerlich, antes de las elecciones de 1932. En ella le decían: Nosotros levantaremos una hoguera donde pondremos las cruces de los cristianos y todas las imágenes de ese Cristo que nació de una mujer p*** judía… Cuando el fuego de la libertad se levante en el cielo, comenzará la hora del nacimiento de la nueva religión. El pueblo alemán agradecerá de rodillas al solo Dios que existe sobre la tierra, Adolfo Hitler, que nos librará de la peste judeo-cristiano-marxista.
.
Esta carta produjo un efecto antinazi inmediato. Algunos pobladores indignados rompieron los afiches de la propaganda nazi guardada por hitlerianos con uniformes pardos. Pero los nazis regresaron provocadores y con armas y el padre Naab les pidió a los fieles que no los provocaran. Ya sabemos el resultado de las elecciones en Konnersreuth, donde los nazis sólo obtuvieron 14 votos.

Cuando los nazis subieron al poder e hicieron algunas consultas populares, Teresa siempre votó contra ellos. En una de estas elecciones había decidido no ir a votar por su mal estado de salud. Pero vinieron a buscarla los mismos nazis en un auto. Ella aceptó el reto y fue a votar, pero levantando en alto la cédula de votación y ante el asombro de los electores presentes, dijo: Quisiera, señores, asegurarme de haber escrito NO.

Por eso, no es de extrañar que los nazis decidieran eliminarla. El plan era simple: Hacer una campaña denigrándola, que de hecho comenzaron, y a continuación apresarla para aclarar los pretendidos prodigios y ponerla en observación en una clínica. Y, después de un tiempo de silencio, aplicarle una inyección y decir que había muerto de un ataque cardíaco.

Su salvación vino de donde menos se esperaba: del mismo Hitler. Él la tomó bajo su protección y encargó a Gauleiter Holtzeschuber tomar las medidas necesarias para que no se atentara contra su vida ni la de su familia. Parece que Hitler era supersticioso y tenía miedo a sus poderes sobrenaturales.
Sabiendo que Teresa no comía no le concedieron el racionamiento de comida que duró en Alemania hasta 1948. A cambio se le dio doble cantidad de jabón para lavar su ropa, que se teñía de sangre cada semana.

Sin embargo, no faltaron persecuciones. El padre Naab no podía entrar en las escuelas. Era espiado continuamente y sus palabras en las homilías eran cuidadosamente anotadas. Los camisas pardas nazis habían conseguido que una nueva institutriz del pueblo fuera su agente espía y lo disimulaba yendo a la iglesia constantemente y manifestando mucha devoción. Cada habitante del pueblo tenía su ficha de observación. La de Teresa era la Nº 412.

Los nazis habían bautizado a Konnersreuth como Das schwarze Nest (El antro negro) y a Teresa como Die bestie (la bestia). Un día estaba sola Teresa en su casa y llegó la Gestapo. Sólo se llevaron gran cantidad de cartas de las que recibía en correspondencia, pero registraron varias habitaciones. Desde ese día controlaron toda la correspondencia que le llegaba, pero como casi todas las cartas eran parecidas, pidiendo consejos y oraciones para sus enfermedades o problemas, el jefe del equipo de correspondencia se dedicaba a cortar los sellos de correo, pues era filatélico.

Lo peor llegó cuando, al final de la guerra, las derrotas del ejército hizo que el prestigio de Hitler cayera de plano y Alemania empezara a ser invadida por los aliados. Entonces los nazis ya no hicieron caso a Hitler y quisieron vengarse de ella. El 20 de abril de 1945 una sección de tanques de las SS irrumpió en Konnersreuth y fueron a su casa, buscándola por todas partes. No la encontraron, porque estaba oculta en un refugio subterráneo.

Al derribar las SS un avión de reconocimiento norteamericano, éstos empezaron a bombardear el pueblo. En el bombardeo empezó a arder la puerta del refugio que estaba disimulada con montones de leña y paja. Los 30 miembros de su familia, que estaban refugiados, tuvieron que salir deprisa por otra salida de emergencia. Fue un gran susto, pero Dios los protegió. Durante la guerra ninguno de sus hermanos, que fueron al frente, o de sus familiares próximos murió.
Cuando los norteamericanos entraron al pueblo tomaron medidas para asegurar la protección de su familia, ya que los bosques cercanos estaban infestados de nazis dispersos, que podían lanzar un ataque sorpresa.

Teresa Neumann sería la mujer que convierte y transforma al único periodista que se atreve de verdad a desafiar a Hitler; la mujer que sostiene al fraile franciscano que le acompaña y que lucha, como un león, contra el dragón malvado.

Es decir, al menos dos entre los hombres que más se oponen, con sus artículos y con su cuerpo, al alzamiento de Hitler, son discípulos de Teresa: a ella se dirigen para recibir consejos, indicaciones y coraje.

¿Sus nombres? Fritz M. Gerlich y el Padre Ingbert Naab.

Gerlich y Naab son, en los años Treinta, la cabeza y el corazón del semanario católico Der gerade Weg,  que llevó a cabo la campaña más agresiva contra el nacionalsocialismo, usando ampliamente imágenes, caricaturas y fotomontajes, que ridiculizaban el racismo y la megalomanía de Hitler.

El fin del nacionalsocialismo, escribía el padre Naab, era “hacer proclamar en las iglesias vacías de sacrificios la nueva religión del mito de la raza”. En el número del 17 de Julio de 1932, Der gerade Weg sacaba el primera página un fotomontaje que mostraba a una mujer mongola llevando en brazos a Hitler, con un título en  grandes caracteres: “¿Hitler tiene sangre mongola en las venas?”. En otra ocasión el título era: “¡Encerrad a Hitler!’”.


El día después del éxito electoral nazi de 1932, el Padre Naab, que ya el año anterior había publicado un libelo contra Hitler titulado “Ist Hitler ein Christ?”, se desata contra Hitler, que vuelve “histéricas y fanáticas” a las masas con su propaganda falsificadora, y contra sus electores, acusados de ser “cobardes” y funcionarios públicos que sólo piensan en conservar su puesto de trabajo.

Padre Ingbert Naab
Advertido por Teresa e invitado por ella a huir, el Padre Naab logró escapar a Suiza poco antes de que los nazis irrumpieran en su monasterio para capturarlo. Murió en el exilio en 1935.

En cuanto a Fritz Michael Gerlich, se trata de un investigador de historia, un archivero, de clara fe anticomunista y nacionalista. En 1920 publica “El Comunismo como doctrina del milenarismo moderno”, en la que vincula el marxismo con las herejías medievales, su fanatismo utópico y homicida. También los comunistas, escribe, tienen la idea del mal absoluto, el capital; imaginan un paraíso, la sociedad comunista; proponen un mesías salvador, el proletariado.

El Periodista Fritz M. Gerlich 
En 1920 Gerlich dirige el Munchner Neueste Nachrichten, y uno de sus periodistas, un tal Aretin, fue invitado a hacer un servicio sobre Teresa Neumann: Aretin habla de una mujer que tiene visiones, éxtasis y estigmas sangrientos, y que habla fluido, aunque sin tener instrucción, varias lenguas antiguas, incluido el arameo de tiempos de Jesús.

Gerlich no cree en el reportaje y va donde Teresa, con la intención de desenmascararla. En realidad, se convierte en discípulo suyo y esto cambia también su vida profesional: el nazismo se convierte en su principal enemigo. En Der gerade Weg, el semanario católico del que fue luego director, Gerlich acusa, además del comunismo, también la política anticristiana de los nazis, su idea de eliminar los crucifijos, su racismo.

Su periódico consiguió poner en un brete a los nazis, publicando artículos comprometedores para sus jerarcas, gracias a un colaborador secreto bien introducido en la cúpula del partido.

Si la inspiradora de Gerlich es Teresa, su protector eclesiástico es mons. Faulhaber, acérrimo enemigo del nazismo, el mismo que en 1951 ordenará sacerdote a Joseph Ratzinger.

En 1934 Der gerade Weg es el primer objetivo de las SS nazis de Röhm. Gerlich renuncia a escapar, aún pudiendo hacerlo, y es tomado prisionero. La noche después de la de los “Cuchillos Largos”, mientras otros periodistas, tras amenazas y “recomendaciones”, son liberados, Gerlich fue asesinado.

En cuanto a Teresa, el diario italiano La Stampa del 02 de Febrero de 1935 titula así: “Teresa Neumann, la estigmatizada, internada por antinazismo”. Los nazis la temen y Himmler en persona envía hombres para controlarla. Pero Teresa sobrevivió al nazismo gracias a la protección de la Madre de Dios y del Cielo entero.

SU MUERTE Y PROCESO DE BEATIFICACIÓN


Teresa Neumann falleció el 18 de Septiembre de 1962, mientras seguía manifestando sus estigmas. Científicos de todo el mundo estudiaron los síndromes de su misteriosa enfermedad. Los incontables profesores y doctores que la observaron y trataron a lo largo de los años no pudieron llegar a ninguna conclusión definitiva a causa de sus incredulidades, sobre los procesos internos que hicieron posible estas manifestaciones parabiológicas de fenómenos incontolados. Como siempre los estudiosos quieren explicarlo todo de forma científica, siendo que olvidan aquella famosa frase: Para aquellos que creen, ninguna prueba es necesaria. Para aquellos que no creen, ninguna prueba es posible”.

Conviene apuntar, a modo de ejemplo, que en el año 1937, Teresa fue sometida a una prueba durante un éxtasis: se le aplicó sobre los ojos un rayo lumínico de una intensidad insoportable, que podría haberla dejado ciega en condiciones normales. Ella ni siquiera pestañeó.
El conocimiento de estos hechos que sucedían a Teresa, naturalmente, suscitó enorme curiosidad en muchos ambientes cristianos, de forma que Konnersreuth se convirtió en un centro de peregrinaciones y la situación económica de la familia mejoró notablemente a causa de los donativos que los "peregrinos" dejaban.
La Iglesia se mostró muy cauta en todo momento. La recuperación maravillosa de la salud de Teresa pudo ser milagrosa, pero los signos que la acompañaron no se acomodaban a los criterios exigidos por la Sagrada Congregación de Ritos para declarar un milagro. Expertos teólogos, teniendo en cuenta los criterios de místicos experimentados en fenómenos extraordinarios como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, analizaron los hechos y llegaron a la conclusión de que no había suficientes pruebas para hablar de milagros; las curaciones y las llagas en el cuerpo de Teresa, podían deberse a causas naturales.
Por otra parte, por más que la Iglesia propuso reiteradamente un detenido examen médico, éste nunca se pudo llevar a efecto, por oposición de la familia y por el excesivo recato de la enferma que no permitía que un médico se acercara ni siquiera a la cabecera de su cama. No siendo posible declararse en pro ni en contra de las estigmatizaciones, las autoridades eclesiásticas optaron por aconsejar a los fieles que se abstuvieran de acudir a Konnersreuth. Teresa, por su parte, se mantuvo siempre dentro de la más estricta ortodoxia católica.

Por su parte, la Iglesia no se atrevió a considerar los hechos relatados como milagrosos. Una comisión de seis especialistas formada por científicos y expertos teólogos, estudió a Teresa Neumann en su casa, durante la Semana Santa de 1928. No pudieron determinar que fuera Dios u otra entidad quien los produjera.

No obstante, quedaron numerosos estudios de rigor realizados de su caso, así como un sinnúmero de testimonios de quienes vivieron sus increcíbles experiencias e incluso cuantiosas imágenes gráficas de sus éxtasis, llagas en manos y pies o sus heridas en la espalda. Pasó por el tormento de la efusión de sangre unas setecientas veces a lo largo de su vida, en especial los Viernes de Cuaresma, en los que la sangre igualmente corría por sus ojos y mejillas. De este modo, posteriores revisiones del fenómeno hicieron que Teresa Neumann fuese declarada Sierva de Dios por la Iglesia Católica en el año 2004 y entrara en proceso de beatificación.

LAS PROFECÍAS DE TERESA NEUMANN


Pero Teresa Neumann no sólo nos dejo un ejemplo de vida en su fe y entrega. También dejó visiones proféticas para esta época tan determinante para la humanidad. 

Sobre el Gran Cisma en la Iglesia Católica, la Apostasía General.

Dijo Teresa: “La gran llaga se abrirá en el 1999 y sangrará por dieciocho años: será este el tiempo de Caín”. Teresa indica el máximo poder y dominio de las encarnaciones satánicas en un período que ella llama “la edad de Caín”, que comprende los años entre el 1999 y el 2017. Dieciocho años son la suma del número de la bestia, es decir, 6+6+6=18, develado por el apóstol Juan en el libro del Apocalipsis.

Sobre la confusión espiritual que envuelve a las naciones

Dijo Teresa: “Veo volcar sobre la Tierra una cesta llena de serpientes que se arrastran sobre las ciudades y los campos, destruyendo todo”… “He visto dejar el mundo en manos de bestias horrorosas, con la cabeza de asno y el cuerpo de serpiente”…“En aquel tiempo, demasiados leones tendrán el corazón del asno y se dejarán engañar”. 

Quiere decir que los jefes que dominan el mundo hoy son personas feas como serpientes pero son estúpidos porque tienen la cabeza de burro y sus elecciones que parecen en algunos ámbitos quizás de estrategia política internacional o en el ámbito económico parecen grandes actos de personas de comando pero en realidad son elecciones estúpidas que van a llevar a la humanidad a un destino muy feo. Será en esta era de Caín cuando triunfarán “la ignorancia, el desprecio por la cultura, la arrogancia, la soberbia, la violencia, el materialismo”. 

Sobre el Anticristo

Dijo Teresa: “En el trono más elevado he visto sentarse a la serpiente de las serpientes”.

Sobre el Aviso Universal

En el año 1952 Teresa profetizó: “Está próximo a caer sobre el mundo un castigo terrible, que excederá a cuanto haya acontecido en la historia de la humanidad, y que el mismo Señor Jesucristo lo calificó como un juicio final en miniatura”.

Sobre el Castigo Final de Fuego

Dijo Teresa: “Llegará un momento en el que el hombre y la tierra estarán sucios y corruptos hasta tal punto que no habrá otra solución aparte que la de una limpieza general, de un diluvio. Pero esta vez será un diluvio de fuego”.

Sobre Francia, Alemania y México

Varios años, después de la primera Guerra Mundial, estando en Roma, fue invitado, el Canónigo mexicano de Queretaro, Don Pedro Vera y Zuria, para sumarse a la Comisión Pontificia, que partía a una aldea de Alemania. Se trataba de fallar científicamente sobre la estigmatizada famosa. La Comisión fue seleccionada en el Vaticano, y llevaba eminentes personalidades de varias naciones. Llegaron a presencia de Teresa Neumann un viernes. Aquel viernes había caído en éxtasis. El Canónigo Queretano, con las grandes eminencias, contemplaba, aquella carne congelada y fresca, pre presenciaba lejanos vaticinios y visiones maravillosas.

Teresa Neumann, en éxtasis lloraba lágrimas de sangre. La Comisión Pontificia, bajo la presión de la obediencia, obligaba a Teresa a que dijera, en el éxtasis, lo que veía de las naciones. Le preguntaban en francés. Ella respondía con un exquisito acento parisino. -Francia será abatida de nuevo... Los alemanes se interesaban, también por sus designios. Les contestaba en alemán, hablándoles de Dunquerque y de la Derrota... Alemania perderá la guerra... Después volverá a Dios... El futuro arzobispo de Puebla, sintió la llama de su Patria. Su vocecilla de mexicano castizo, le preguntaba en el éxtasis: -Teresita... no has dicho nada de mi Patria. ¿Qué será de México? La vidente estigmatizada, cambió en risueñas complacencias, su rostro dramático, al oír el nombre de México. Aquel castellano de la vidente de Kennersreuth, le supo a Cielo, al futuro Obispo de Puebla: -"MÉXICO, SERÁ UNA DE LAS NACIONES MENOS CASTIGADAS, PORQUE ESTA DEBAJO DEL MANTO DE LA VIRGEN".

Sobre Estados Unidos

Teresa afirmó en 1946 que Estados Unidos nunca se vería invadido o conquistado, pero sería económicamente arruinado por una serie de desastres naturales alrededor de la vuelta del siglo.

Sobre las Apariciones en Turzovka, Eslovaquia:


Teresa Neumann profetizó al Obispo eslovaco Karol Kaspar que se había cumplido: “En unos años, tendrás en Eslovaquia otra Lourdes donde irás en peregrinación”. Se refirió a que la Madre de Dios y Nuestro Señor Jesucristo aparecerían al Señor Mateo Laschut en 1958.

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